La industria farmacéutica nos bombardea con publicidad de forma que al primer síntoma de resfriado nos sentimos en la necesidad de buscar una solución alopática; en realidad hay remedios naturales y caseros comprobados por cientos de años mas eficientes y amigables con nuestro organismo. Los medicamentos comerciales no sólo son costosos y agresivos con nuestro sistema digestivo, algunos incluso contienen alcohol en cantidades que llegan a afectar el sistema inmunológico.
Las siguientes son algunos de los remedios caseros a los que podemos recurrir para el tratamiento del resfriado común y tos.
El vapor
Ya sea tomando un té, usando un vaporizador electrónico o una ducha caliente, el vapor es un excelente aliado para combatir los síntomas del resfriado común. El vapor humedece las membranas mucosas de nariz y garganta, ayudando así a atrapar y expedir gérmenes. Además evita el endurecimiento de fluidos nasales contrarrestando la desagradable sensación de nariz tapada.
Muchos líquidos
A través de tés, agua natural o caldos, el consumo de líquidos ayuda a contrarrestar la deshidratación que se llega a generar, especialmente cuando se padece fiebre. Es importante mantenerse hidratado para diluir las secreciones del cuerpo y ayudar a que éstas se deshagan del virus.
Vitamina C y zinc
El ácido ascórbico o vitamina C y el zinc son componentes de suma importancia para que el organismo pueda combatir el virus del resfriado. Las dos sustancias están asociadas con funciones metabólicas básicas y regenerativas, así como con el mantenimiento del sistema inmunológico. Su acción es también preventiva, por eso es indispensable mantener una dieta constante que incluya alimentos ricos en vitamina c (frutas cítricas, alfalfa, el perejil, el hinojo, la col de Bruselas, coliflor, kiwi, hinojo) y en zinc (cacao, cacahuates, hígado de res o de bacalao, cordero, semillas secas de sandía, semillas de girasol, ostiones).
Solución salina
Otra excelente opción para mantener lubricada la nariz además de descongestionarla sin los efectos secundarios de los atomizadores comerciales es la solución salina. Se prepara con agua hervida o destilada, agregando media cucharadita de sal por un litro de agua. Para aplicarse en las fosas nasales debe estar tibia o caliente y se puede aplicar con un gotero o con una jeringa (sin aguja) para que el agua salga con mayor presión.
Miel y limón
Son la pareja antigripal por excelencia. La miel descansa la garganta irritada reduciendo la tos incluso de manera mas eficiente que los jarabes comerciales, además tiene un efecto bactericida local sobre la garganta y vías respiratorias. El ácido del limón es desagradable para bacterias y virus, es antiinflamatorio y expectorante y contiene un alto grado de vitamina C. Se puede tomar a cucharadas una mezcla de partes iguales, o incorporarlo en agua caliente para saborear un té de limón con miel.
El té de la abuela
Una opción probada empíricamente por la mayoría de mi familia es la receta del té antigripal de mi abuela, que por medio de sus ingredientes y servido a alta temperatura proporciona excelente alivio y reconforta al enfermo.
Para prepararlo, se poner a hervir agua natural en cantidad suficiente para cubrir los siguientes ingredientes:
- Un rábano entero (contiene vitamina C y antioxidantes)
- Un limón partido en mitades
- Un diente de ajo (está comprobado científicamente que reduce los síntomas de la gripe debido a la alta cantidad de vitamina C y antioxidantes que contiene).
- Un cuarto de cebolla morada (expectorante y rico en vitamina C y antioxidantes)
Después de hervir 5 minutos, se separa el agua concentrada con un colador y se sirve en una taza añadiendo cucharadas de miel al gusto. Tal vez los ingredientes no parezcan apetecibles, pero el resultado es de sabor agradable ya que predominan el sabor del limón y la miel.
CJ
