En este artículo presentamos una tabla que muestra los efectos de diferentes aceites naturales en la piel, incluyendo sus posibles beneficios y áreas de aplicación.

Aceite Efecto en la piel
Aceite de semillas de brócoli Hidrata, protege contra la radiación UV y da un brillo natural a la piel.
Aceite de moringa Actúa como antioxidante, promueve la renovación celular y mejora la piel.
Aceite de semillas de zanahoria Actúa rejuveneciendo, promoviendo la regeneración celular y protegiendo contra los radicales libres.
Aceite de cáñamo Actúa contra la inflamación, hidrata y puede ayudar en problemas de piel como acné, psoriasis y eczema.
Aceite de lavanda Actúa calmante, antimicrobiano y puede ayudar en irritaciones de la piel, quemaduras y picaduras de insectos.
Aceite de incienso Promueve la renovación celular, actúa contra la inflamación y puede reducir las líneas finas y arrugas.
Aceite de neem Actúa como antimicrobiano, antiparasitario y puede ayudar en diversas enfermedades de la piel como acné, psoriasis y eczema.
Aceite de árbol de té Actúa fuertemente como antimicrobiano y antiséptico, ayuda en acné y otras infecciones de la piel.
Aceite de Ylang-Ylang Actúa como calmante, equilibrante y puede regular la producción de sebo.
Aceite de granada Proporciona hidratación intensiva, promueve la renovación celular y actúa como antioxidante.

Uso de aceites esenciales en productos cosméticos

Los aceites mencionados pueden ser excelentemente usados en productos de belleza caseros. Mézclalos con aceites portadores como el de jojoba o almendra para crear aceites hidratantes para la piel. También pueden ser usados en mascarillas faciales DIY, exfoliantes corporales y aditivos de baño. El aceite de lavanda y el aceite de Ylang-Ylang son particularmente buenos para aditivos de baño relajantes. El aceite de árbol de té y el aceite de neem son excelentes para productos de lucha contra el acné.

Receta para una crema anti-envejecimiento para la piel

Ingredientes:

-1/4 taza de manteca de karité
-1/4 taza de aceite de coco
-1 cucharada de aceite de semillas de brócoli
-1 cucharada de aceite de moringa
-1 cucharada de pellets de cera de abejas
-1 cucharadita de emulsionante (por ejemplo, lecitina)
-10 gotas de aceite de lavanda
-5 gotas de aceite de Ylang-Ylang
-1/2 taza de agua destilada o agua de rosas

Instrucciones:

Coloca la manteca de karité, el aceite de coco, la cera de abejas y el emulsionante en un vidrio resistente al calor y colócalo en un baño maría. Derrite todo a fuego lento.
Una vez que la mezcla se haya derretido, retírala del fuego y agrega el aceite de semillas de brócoli y el aceite de moringa. Remueve bien todo.
Deja que la mezcla se enfríe hasta que alcance la temperatura ambiente, pero todavía esté líquida.
Ahora, agrega lentamente y mientras remueves, el agua o agua de rosas. Este paso crea la textura de la crema, por lo que es importante que agregues el agua muy lentamente.
Ahora puedes agregar los aceites esenciales (aceite de lavanda y aceite de Ylang-Ylang) y remover bien todo.
Llena la crema en un recipiente limpio y guárdala en el frigorífico.
Utiliza la crema dentro de dos meses y presta atención a signos de deterioro, como un cambio en el olor o color. Ten en cuenta que esta crema tiene una vida útil más corta que las cremas basadas puramente en aceite debido al agua. Se puede conservar si se añade un conservante natural como el extracto de semilla de pomelo.